domingo, mayo 11, 2008

Tour 2008 L'7 Trans Asia via Paris


Programa:

01. Get Out from the Shell
02. Driver’s High
03. Killing Me
04. Drink it Down
05. Daybreak's Bell
06. Winter Fall
07. Kasou
08. My Dear
09. Forbidden Lover
10. My Heart Draws a Drean
11. Caress of Venus
12. Revelation
13. Seventh Heaven
14. Pretty Girl
15. Stay Away (cantando tetsu, ken y yuki, en este orden)
16. Ready Steady Go
17. Neo Universe
18. Honey
19. Link
20. Anata

Esta mañana volvimos Nadia-chan y yo de cumplir un sueño que casi hasta hoy nos cuesta creer, ver a los L'Arc en Ciel, los de verdad, los legendarios, en vivo, en el Zenith de París. Tengo que agradecerle a ella de que me convenciera de que, a pesar de los posibles obstáculos para asistir y de mi opinión sobre lo mayor que estoy para conciertos que no sean mis habituales de música clásica y ópera, simplemente tenía que asistir. Y es que es cierto que me encantan los Laruku, y ésta era una oportunidad única, y me alegro de llevar ahora conmigo un recuerdo auténticamente maravilloso como éste.

El comienzo del concierto estaba previsto para las 19 horas del 9 de mayo, la entrada al recinto a las 18:00. Nosotras (Nadia, su hermana y yo) llegamos a las casi 17:00, y ya apenas se podía andar en torno al edificio. No solo eran muchísimos los presentes, sino que también formaban una audiencia de lo más diversa en nacionalidades, edades, género y éstetica en general (con predominio del "look" gótico, y una extrañísima incorporación vestida de Pikachu). Incluso había muchos japoneses entre nosotros, los cuales, según quisimos entender luego, venían en una excursión perfectamente organizada: "L'Arc en Ciel - Tour en France". Los ánimos andaban por encima de muy altos, y además de los coros de rigor interpretando los grandes éxitos del grupo, también teníamos numerosos escuadrones de vociferio que ni una sola vez fallaron en gritar desenfrenadamente cada vez que alguien, por muy ajeno al staff de Laruku que pareciese, caminaba sobre la pasarela que, a lo lejos, en alto, comunicaba la entrada principal con la sala de conciertos. Sobre esta pasarela acabó pasando, y parándose a saludar, el batería, Yukihiro, provocando toda una ola de voces varias gritando "Yuki, Yuki, Yuki" a pleno pulmón. El calor era insoportable, y la entrada no se hizo (y esto con gran dificultad) hasta casi las 19:00, con lo cual todas estas distracciones añadieron algo de variedad, y a ratos algo de crispación, a la larga espera. A todo esto se unió el espectáculo de unos miembros del personal del Zenith pasando con distintos paños negros con el que intentaban tapar, con muy poco éxito y menos maña, un cartel que decía que las entradas electrónicas tenían que ser canjeadas en taquilla (hubiera sido imposible con las casi 6000 personas que éramos - el recuento no es mío, pero es, al parecer, la capacidad de la sala, y apenas quedaron unos asientos libres).

Apenas unos minutos antes de las 19:00 accedimos a la sala. Muy afortunadamente, nosotros teníamos entradas de sentadas, porque el concierto no empezó hasta las 20:00. Mientras el público se distraía o bien aprovisionándose de caros víveres en el bar (nos incluímos nosotras) o de merchandising (también nos incluimos, pero una vez finalizado el concierto) en los puestos del hall. A unos 20 minutos del comienzo una voz nos advirtió en francés, inglés y japonés de que nos abstuvieramos de hacer copia alguna del concierto en el formato que fuese, o nos confiscarían el material, de fumar (de eso ya se encargaría Ken, el guitarra) y de hacer movimientos bruscos o dirigir gestos violentos a los que nos rodeaban (presupongo que el cálido ambiente de la entrada les alarmaría un poco).

Finalmente, sobre el traslúcido telón blanco comenzó a proyectarse una pequeña presentación que incluía la palabra "Bienvenido" en varios idiomas, así como títulos varios sobre la gira. Luego aparecieron diversos motivos relacionados con la música y otros que parecían formas estilizadas naturales, una mariposa perseguida por un gato, y finalmente, las siluetas gigantescas de Hyde (vocalista), Tetsu (bajista) y Ken (guitarra). Aún detrás del telón empezaron a tocar "Get Out from the Shell". A la mitad, coincidiendo con una exploxión en la canción, el telón cayó rapidamente en un solo instante, revelando a los cuatro músicos, Hyde, (más apuesto que nunca en vaqueros, botas altas, una camisa blanca que simulaba estar hecha jirones, un chaleco-casaca de inspiración pirata y un recogido verdaderamente impactante con todas las capas superiores hacia detrás y las inferiores sueltas), Tetsu (en camisa de cuadritos, vaqueros y una curiosa falda principalmente azul y granate), Ken (de negro y raya diplomática, siempre sonriente) y Yuki (también casi por entero de negro, exceptuando la camiseta de manga larga bajo el chaleco, un estampado en tonos ocres y negros imitando algún tipo de textura natural).

A partir de ahí, empezó el mejor de los conciertos que he visto (en vídeo, por supuesto) de los L'Arc en Ciel, y los que los conozcáis sabréis que ése es un listón que está bastante alto. Si el público estaba entregadísimo, nada menos podría decirse de los músicos, su espectacular interpretación y la impresionante puesta en escena, con proyecciones varias, efectos de luz y fuego, lluvia de plumas (al más puro estilo CLAMP, durante la última canción, la preciosa "Anata") y cintas plateadas con el nombre del grupo en ellas (durante la atribulada primera interpretación de "Seventh Heaven"). La interpretación superó, por increíble que parezca, en casi todas las ocasiones, a la versión grabada en disco, a pesar de las dificultades del directo, pero es que esto era el único resultado posible del gran esfuerzo y entusiasmo que la banda estaba invirtiendo en su primera parada en Europa.

No faltaron los detalles que tanto gustan al público japonés que intentan acercar, humanizar o hacer familiar a la celebridad, así como pequeñas provocaciones (principalmente dirigidas al público femenino) por parte de Hyde y Tetsu (como los momentos en los que Hyde pasó el brazo por los hombros a Tetsu o pretendió besar o lamer su guitarra durante una de mis canciones preferidas, "Killing Me"- detalle que percibí a posteriori, a consecuencia de la ola de gritos exaltados, y gracias a la información de Nadia). También hubo contacto directo con la audiencia, cuando Hyde tuvo la tremenda valentía (dado el ferviente nivel de adoración en derredor) de saltar al foso justo delante del público, y los guardaespaldas lo sostuvieron convenientemente mientras una multitud de manos extendidas se cernió sobre su figura. Mis favoritos fueron los diversos guiños de complicidad a la cámara (el concierto se retransmitiría en Japón horas después en varios grandes cines), mientras se reajustaba el peinado y otros gestos coquetos similares. Fueron bastante divertidos en general, Hyde estuvo extraordinariamente suelto todo el rato, y no solo vocalmente, que es, musicalmente, lo verdaderamente reseñable. Lo cierto es que no solo son grandes músicos sino también excelentes showmen, y tienen un extraordinario talento para mantener y elevar el (ya) alto grado de animación del público sin perjuicio, más bien al contrario, de la calidad de su interpretación.

Igualmente, casi todas las intervenciones se hicieron en francés, otra muestra del alto grado de preparación dedicado a la primera visita europea. El francés de Hyde es tremendamente parecido al mío, o sea, exageradísimo en las "r", y casi igual de (no) fluido. De todas formas, se defendieron bastante bien, sin apenas recurrir al inglés o al japonés, para decirnos que se alegraban de poder visitarnos al fin, y que les encantaba París (y la comida francesa, entre las cuales Ken seleccionó sus favoritas y proyectó fotos en las pantallas gigantes a ambos lados del escenario), además de otras gentilezas similares de rigor, así como para animarnos a saltar y participar a lo largo del evento (a Hyde claramente le había impresionado la palabra "Sautez", y no hubo quien fallara en seguir sus instrucciones). Tampoco faltó, por supuesto, el reparto de presentes: nos consta que voló hacía el público una de las púas de Tetsu (¿de las personalizadas para la gira?) no sabemos si antes o después del habitual surrealista tiro de plátanos del bajista (cuyo significado último nunca acertaré a comprender, pero es algo que parece gustar mucho a la audiencia).

La selección de canciones, que podéis ver más arriba, fue muy acertada. Nosotras pensábamos que, como está muy reciente su último albúm, "Kiss", y aún más reciente en Europa, el repertorio del concierto provendría principalmente de éste. Sin embargo, la selección hizo un recorrido por la ya larga carrera de la banda, incluyendo cuatro piezas de "Kiss", algunas de sus contribuciones más famosas a los temas de anime (como "Ready, Steady, Go" o "Driver's High"), su último single, "Drink it Down", temas eminentemente bailables (como "Caress of Venus", quizás también de los más antiguos, del 96, si no me acuerdo mal, de cuando aún Sakura tocaba la batería), así como un buen número de favoritos que tenían en común una enorme carga emocional en contenido y forma, amplificada por la excelente interpretación de todos, que tuvo momentos de verdadero lucimiento de habilidades (la improvisación a la guitarra de Ken al inicio de "My Heart Draws a Dream" nos entusiasmó a todos). En especial, para mi gran alegría (y la de Nadia, menudo arranque triunfal tuvimos cuando sonó, mejor que nunca, el redoble de batería del comienzo), tuve la suerte de que interpretaran una de mis piezas favoritas, y la que más ilusión me hacía escuchar en directo, "Forbidden Lover". Fue una versión antológica, una interpretación por parte de Hyde desgarrada a la vez que contenida e intensa (desgarrado e intenso es algo muy característico de su canto, como todos sabéis, pero éste fue también un ejemplo de sumo cuidado en los más pequeños matices). Cabe destacar también la interpretación de "Stay away" como la tradicional pieza en la que Hyde se pone a la guitarra y el resto del grupo se turna para cantar (especialmente bien en el caso de Ken, para mi sorpresa).

Hubo un solo momento de tensión. Inesperadamente, a medio camino de "Seventh Heaven", Hyde se disculpó muy brevemente en inglés y salió corriendo del escenario, seguido por el resto del grupo. Durante unos 10 minutos o más (o quizás menos, pareció una eternidad) no supimos nada, y todos empezamos a conjeturar. Entonces, la misma voz del principio anunció que habían tenido un problema técnico y que volverían en breve. A la vuelta, y antes de volver a tocar la fatídica pieza, Ken bromeó (en inglés) con que la razón era que necesitaba ir al baño. Las teorías son varias, como la de que a Hyde se le fue la voz momentáneamente, aunque la más común es que se le había estropeado el auricular, ya que se apuntaba al oído mientras decía "Sorry, sorry" y se retiraba. Mi opinión es que dificilmente podría haber sido un fallo de la voz, dada la magnífica forma en la que siguió estando durante todo el concierto. Otro pequeño accidente ocurrió al final, cuando algo golpeó a Ken en el brazo (¿una de las cintas plateadas?) y los miembros bromearon en japonés sobre que no parecía tener importancia, pero que convendría que se abstuviera de beber esa noche (la traducción no es mía, claro, sino de Zio, a quien acudí en cuanto llegué a España para que me desvelara el misterio).

El concierto terminó con tres bis. Después de que Hyde se despidiera en francés, y solicitara al público que cantara con él la última canción, empezaron a tocar una versión bastante conmovedora (en especial por la absoluta entrega del público) de "Anata". Luego, un adiós, y el comienzo de la marcha hacia las calles de París con muy buen sabor de boca. A la salida, numerosos vendedores ambulantes nos acosaron con baratísimos posters piratas, no pudimos resistirnos y nos tuvimos que llevar uno (más el oficial de la gira que ya había comprado de recuerdo, Nadia se llevo el juego de chapas con los nombres de las 7 ciudades en las que han actuado/actuarán). Llegamos tardísimo a nuestro destino, aún bastante inmersas en la magía del evento, de la que costara mucho despertarse mañana para ir a trabajar, pero que dificímente olvidaremos. Después de todo el espacio dedicado aquí a describir el concierto, me quedo con la impresión de que es casi imposible relatarlo con exactitud con palabras. Tampoco es fácil presentarlo como la pieza de arte tremendamente cavilada que fue aún con toda la excelente parafernalia "pop".

En resumen, dejando de divagar sobre temas no del todo relevantes, bien puedo decir que éste será, al menos en música popular (rock en este caso, aunque no parece que haya géneros con los que Laruku no se atreva), el concierto de mi vida. Prefiero dejar en el horizonte la esperanza de que el fenómeno se repita. Si no, siempre quedará el DVD. Hubiera querido hacer una reseña algo más informal, pero no sé hasta qué punto ello me hubiera permitido reflejar el mayor número de detalles para mi posterior recuerdo y para poder compartirlos con mis personas favoritas.

En fin, niños y niñas, que corráis a escuchar algo de ellos si no lo habéis hecho ya. Youtube, a pesar de las prohibiciones, alberga a fecha de hoy una enorme pila de vídeos de diversa calidad, dadas las circunstancias, tomados "destrangis" con sus móviles por otros fans (una es una chica formal, aunque no digo que no me arrepienta un poco de no haber hecho nada para quedarme "de recuerdo"). El buen rato está garantizado. Puro espectáculo, puro espectáculo.

Y mil disculpas por el discursito. Y gracias por haber llegado hasta aquí.

Y ahora, de vuelta al mundo real.

Añadidos:

Después de terminar este post se me han ocurrido cosas nuevas al respecto, bien porque se ha conocido nueva información o bien porque se me olvidó escribirlo. También me gustaría, algo más abajo , vincular a otras páginas que han reseñado de un modo u otro el concierto.

El fallo técnico durante "Seventh Heaven" es justamente el accidente de Ken mencionado. Parece ser que uno de los aparatejos que disparaban cintas plateadas disparó también contra él, dañándole el brazo. Su primera reacción parecer haber sido la de quedarse sentado y bastante quieto, así que eso alarmó al resto del grupo.

La inspiración de toda la gira es el tema pirata, lo cual explica el modelito de Hyde. Al fondo del escenario ondeaba lo que parecía un mástil con velas incluídas, a los lados, banderines varios. Ello también explica los caballitos y la estrella de mar en el logo del concierto, así como el tema de la página del grupo en MySpace.

Por último, no os perdáis el mensaje de Nadia en su blog, que bien puedo decir que es el complemento a éste, ya que también refleja muy bien mis propias impresiones.

jueves, mayo 01, 2008

Beautiful Life


Como de costumbre, me ha llevado semanas y semanas escribir sobre el último tema mencionado. Desde entonces llevo ya media filmografía (y casi sin exagerar) vista de Kimura Takuya, y aún no he reseñado el drama que será, muy seguramente, uno de mis grandes favoritos por mucho tiempo.

Bien sabéis los que me conocéis que no soy muy aficionada a la ficción de corte romántico, no es que me resulte especialmente insoportable, pero si es cierto que a menudo me aburre, y otras tantas veces no puedo aparcar mi sentido crítico el suficiente tiempo como para disfrutar de la historia o empatizar con alguno de los personajes. Sin embargo me encantan las historias humanas agridulces, aquellas que muestran las pequeñas y grandes dificultades de la vida, y aún así se recrean en la maravilla que es la existencia humana. Quizás hay mucha más belleza en los momentos más triviales de la vida cotidiana de la que creemos que existe, o de la que logramos percibir cuando nos enfrascamos en nuestra rutina sin apenas observar el paisaje a nuestro alrededor. Ésa es la historia de Beautiful Life, que es también, en gran medida, una obra de ficción de corte romántico. De hecho, es un ejemplo magnífico de cómo creo yo que debieran de ser estas historias.

El argumento, contado a grandes rasgos, es de lo más simple. Ambicioso y estilosísimo peluquero de altos vuelos conoce a perseverante y carismática bibliotecaria que parece haber renunciado a toda experiencia o emoción ajena a su pequeño círculo familiar tras perder años atrás la movilidad de sus piernas a causa de una extraña enfermedad que podría también, en algún momento, causarle la muerte. A pesar de todas las dificultades que el entorno propone y de sus propias resistencias internas (especialmente en el caso de ella, Kyoko), se establece entre ellos una hermosa relación que desemboca en un romance bastante convincente . Como toda buena historia, a su alrededor se concentran un número de personajes cuya evolución es imprescindible en el desarrollo de la historia: el rudo pero amable hermano mayor de ella, su mejor amiga, la ex-novia de él implicada en una relación que la subyuga, el aún más estiloso peluquero rival, el fiel amigo con complejo de inferioridad, etc.

Lo que realmente hace entrañable esta serie es como las relaciones entre los distintos personajes se desarrollan a lo largo un entramado de pequeñas anécdotas cotidianas que toman significado cuando, vistas de lejos, aparecen como un todo, como una sola imagen de lo que nos hace humanos. Algunas escenas son realmente especiales, como cuando ella necesita ir al baño justo cuando está regresando a casa, o el papel de los preciosos zapatos rojos a lo largo de la serie, la entrega de las llaves del piso de él, la excursión para ver el Monte Fuji, la tosca resistencia del hermano mayor a la relación de su querida hermana, o los numerosos ejemplos de como intentan adaptarse a las barreras impuestas por un mundo inconsciente no pensado para el acceso de las sillas de ruedas (multitud de locales a los que no se puede acceder, taxis que no se detienen para evitarse complicaciones, etc.).

Una advertencia, preparad pañuelos porque ésta es una serie de las que te hacen lloran casi sin darte cuenta y sin poder evitarlo. También te hace sonreír al mismo tiempo, así que no cunda el pánico que no estoy recomendando una serie para acabar con el ánimo, para eso ya os contaré en algún momento de Sora Kara Furu Ichioku no Hoshi ("A Million Stars Fall from the Sky") y de Karei naru Ichizoku, ambas series magníficas que terminan tragicamente (y mucho).

Ahora mismo estoy terminando de ver Pride, que tiene (para mí) como único atractivo a Kimura, a quien vería aunque hiciera algo incluso aún menos complejo que el papel protagonista de esta serie que es, esencialmente, una celebración de la masculinidad más tradicional de vocerío, trifulca y posterior taciturnidad. Pero me parece un desperdicio de habilidades de alguien que parece poder interpretar cualquier papel, de la profundidad y naturaleza que sea, de manera absolutamente convincente. Las expresiones faciales de las últimas escenas de Karei naru Ichizoku me parecieron absolutamente impactantes, y son un buen ejemplo de lo que puede hacer Kimura cuando tiene un buen papel. No digo que un argumento ligero, simplemente entretenido (como es el de Long Vacation), no sea más que bueno de vez en cuando, pero si no va a suponer que digamos un reto intelectual, bien pudiera intentar no pasarse en la tácita aprobación de valores retrógrados que son presentados como razonables, reales y necesarios. No convence ni aún con el tremendo impacto visual de Kimura Takuya, no (je je je, como seguramente me lo pregunteis en algún momento, lo respondo yo ya).

Y vamos a por la siguiente...