viernes, julio 20, 2007

Currando en el CERN

Bueno, pues ya llevo una semana y media en el CERN. En fin, como estudiante de verano, no es que haya exactamente mucha presión: la susodicha aplicación financiera que tengo que "gridificar" es poco más que un prototipo, así que no puedo hacer más que preparar algo de infraestructura y hacer experimentos sobre cómo "podría" ser la solución final.

Los de la empresa tampoco es que me echen una mano exactamente: poca información sacada a casi regañadientes, y ni un solo fragmento de código ni herramienta. Ya veremos.

Por otro lado, la oportunidad de este viaje es indiscutible: ya he ido a dos museos de por aquí en Ginebra, y seguramente aproveche algún fin de semana para ir a Lausanne, Zurich o Berna. Por lo pronto, mañana hay un concierto de Mozart que tiene muy buena pinta, y el domingo me gustaría ir a ver la nueva de Harry Potter. Ah, y el miércoles hay curso de vals vienés (aparentemente es distinto del vals francés, qué cosas).

También el miércoles daré un paseo por el centro de datos del CERN, que le tengo bastantes ganas. Me pregunto si podré visitar algunos de los experimentos más grandes, como el ATLAS, el famoso LHC o el CMS. Ah, ya fuimos a Grenoble (Francia) para visitar el HP Solutions Center de Europa, el ESRF (un sincrotrón que produce potentes rayos X) y el centro Minatec de investigación en microtecnología y nanotecnología. Muy curioso todo.

En cuanto al japonés, aprovecho todo ratillo que tengo (excepto el presente, como os podéis imaginar). Me compré la serie de libros 完全マスター del nivel 2, y la verdad es que son muy, muy buenos. También estoy repasando la parte oral de exámenes anteriores de camino que ando al CERN, y uso el KingKanji de mi PDA para estudiar vocabulario y Kanji. Ah, y ahora estoy jugando al Gyakuten Saiban 4, secuela del recientemente salido en Europa Phoenix Wright: Justice for All. Aquí el prota ya no es Ryuuichi Naruhodo (Phoenix Wright) sino Housuke Odoroki. De todas formas, el señor Wright sigue apareciendo como personaje secundario.

Ah, se me olvidaba: tengo que mencionar dos rarezas que acabo de ver. La biblia escrita en lenguaje LOLcat, y los montajes que se han currado los rusos con un señor con los ojos como platos que salió en las noticias:

http://picasaweb.google.com/tedstoltz/LolcatBible/photo#5088940119647578178

http://englishrussia.com/?p=1060#more-1060

miércoles, julio 04, 2007

Me congratula mi DS.

Tras los exámenes, ya sólo me queda finiquitar las preparaciones para el CERN con la contratación (o no) de un seguro médico. Qué estrés el mío. El del CERN sale un ojo de la cara (¡200 euros al _mes_!), y los de las empresas españolas son puramente de viaje. Turístico. De ocio. Para pasárselo bien. Nada de currar. Gah. Suerte que encontré Golden Care, creo que voy a contratarlos, a menos que los de mi otro seguro me digan que sí, que trabajo de oficina vale como "actividad intelectual".

Lo tengo todo. Creo. La verdad es que estoy nerviosísimo con el tema, pero bueno. Seguramente todo irá bien y yo me diré: "Antonio, cómo te amargas por todo". En fin.

Bueno, con eso lo del CERN listo. De lo que de verdad quería escribir era de los últimos juegos y anime que hemos estado viendo. Mushishi será muy japonés, todo muy bonito y tal, pero es muy deprimente. Además, no se llega a saber nada del protagonista: no tiene NADA de transfondo. Si hasta las Sailor Moon tenían más historia por detrás, hombre. Y tampoco es que haya una historia de por sí: un hombre con un mamotreto de caja a cuestas va al estilo Ash Ketchum hallándose Poke... estoo, Mushi, y resolviendo (cuando puede) el entuerto. Blah.

Después vimos Kanon, la versión de 2006. Al principio, tanta chica/niña kawaii con oh que simpáticas muletillas molestaba, pero luego se les coge cariño. Recomiendo verla con un paquete de Kleenex al lado, por cierto: la serie es emotiva como pocas, sin llegar a ser empalagosa. Resumón: un chaval se enfrenta a su borroso pasado encontrándose con una peña de chicas monas (¡y un tío, UNO!). Así cualquiera, digo yo.

Ahora vamos por Kodomo no Omocha. El dibujo me recuerda muchísimo al de Marmalade Boy, pero supongo que es de la época que es: mediados de los 90. Al principio no me convencía, pero ahora mismo me encanta. Es un culebrón, básicamente, pero no se queda quieto en ningún punto en particular. Lo bueno es que tiene muchos personajes bastante bien desarrollados que combinan muy bien entre sí.

¿Y qué más? Ah, mi DS. Me encanta el trasto. Se pueden hacer cosas fantásticas con él. Por ejemplo, el reciente Zelda no Densetsu: Mugen no Sunadokei (The Legend of Zelda: Phantom Hourglass). Es increíble. Creo que es el mejor RPG que he jugado en un buen, buen tiempo. Usa absolutamente todas las características de la DS al máximo. ¡Hasta me quedé atascado un buen rato antes de descubrir en un puzzle que lo que había que hacer era cerrar la consola!

El manejo es muy cómodo, y creo que no me apetece ya el manejo antiguo con mando en absoluto. De hecho, apuntar y dirigir las cosas es más exacto ahora con el stylus que nunca. El recorrido del boomerang o de los bombchu se traza con él, el martillo golpea en el sitio al que apuntes, la espada se usa deslizándolo rápidamente, y así un sinfín de cosas. También hay que soplar a veces. Ah, y la navegación en barco es una pasada. Hay detalles muy simpáticos, como unas medusas que aparecen a veces para hacerte los trayectos más cortos. Puedes ir dándoles con el cañón e ir ganando rupias hasta que caigan al agua. Tras un tiempo, se multiplican.

Otras cosas que también puedes hacer con el barco es pescar, cazar tesoros hundidos, luchar contra piratas o sencillamente explorar (hay un par de islas secretas, ¡como una con forma de DS lite!).

Y por último, el sistema del Phantom Hourglass también se lleva la palma. En el Templo del Señor de los Mares (海王の神殿), los Veramu (si mal no recuerdo) han maldito el lugar, quitándole la vida a todo el que entre. Puedes usar la arena del Phantom Hourglass (que se puede obtener de los jefes y en ciertos sitios) para contrarrestar el efecto, durante un tiempo. Además, hay ciertas zonas "bendecidas" en las que puedes estar todo el tiempo que quieras, y en donde los Phantom, indestructibles hasta el final del juego, no te pueden ver. Así, has de ir escaqueándote por los corredores mientras intentas que no te vean los Phantom y los Phantom Eye (muy parecidos a cámaras de seguridad), resolviendo una serie de puzzles.

Muy, muy recomendable, aunque como todo Zelda, requiere su buena dosis de paciencia. Especialmente recomendado para estudiantes de japonés, como yo: si pones el stylus sobre un kanji, te saldrá encima su furigana. Ojalá todos los juegos tuvieran esto.

Por último, esta semana me he hecho el Phoenix Wright de la DS. También genial, en mi opinión: los personajes tienen mucho encanto, la historia te engancha muchísimo, y rebosa de humor por los cuatro costados. La música no es que sea lo mejor, pero acompaña muy bien, la verdad. El último caso (el quinto) es especialmente largo, y fue diseñado específicamente para la DS, a diferencia de los otros. Así, tienes que buscar restos de sangre con un spray de luminol, encontrar huellas, y otras cosas como rotar un objeto 3D al ángulo correcto o localizar contradicciones en un vídeo. Sólo le pongo una pega, y es que a veces las "paredes invisibles" se hacen demasiado evidentes: sólo puedes ir a *un* sitio a hacer *una* cosa. De todas formas, es comprensible, ya que de lo contrario, me imagino que el juego se haría demasiado difícil.

¿Hmm.. ahora cuál me hago? Qué dilema.