lunes, abril 20, 2009

Cecilia Bartoli - Soirée Rossiniana



Pues niños y niñas, ya fui y volví a Valladolid, el pasado 18 de este mes, a ver a una artista que llevaba años que quería ver en directo y siempre se me escapaba. El repertorio no era tanto el mío, ya sabéis que soy de música antigua principalmente, pero lo disfruté enormemente. Cecilia Bartoli cantó canciones de Rossini, Bellini y Donizetti, cosas en francés de Pauline Viardot, "El contrabandista" de Manuel del Pópulo Vicente García y "Rataplan" de María de Malibrán. Las propinas, tres, y porque la italiana puso pies en polvorosa antes de que el adorador público la retuviera toda la noche, fueron piezas de Curtis y Montsalvage.

Además se cambió de vestido para la segunda parte del concierto, cosa que no he visto yo en tantos. Ambos fueron espectaculares, con unas colas bastante largas, y bordados varios con piedrecitas brillantes (iba literalmente deslumbrante con tanto destello), pero el primero me pareció maravilloso. Qué color azul más bonito, qué simpática y estupenda iba ella. El segundo vestido fue muy parecido, pero en blanco y con tirantes. Llevaba la melena leonina suelta, cosa que se me hace que complementa su propio aura de mujer de temperamento y empuje.

Como era de esperar en ella, todas las interpretaciones fueron muy personales, muy Bartoli. Comprendo, desde el conocimiento limitado de una simple aficionada, por qué hay quién dice que a Bartoli o se le adora o se le detesta. Pasa con el genio que no conoce las medias tintas como el suyo. Revisa y hace suya una pieza cuando la interpreta, en mi opinión con gran inteligencia, criterio e imaginación, pero se me ocurre que a los puristas más estrictos les puede hacer cosquillas. En un artículo de "El Norte de Castilla" (periódico de donde procede la foto que acompaña esta entrada) la elogiaron tremendamente por las mismas razones que menciono, su habilidad, su imaginación, su flexibilidad. Pero a mí me sobran los comentarios de que si su voz es pequeña o grande. El detalle no tiene importancia cuando hablamos de un talento como el suyo. ¿Quién acude a un auditorio a que le revienten los tímpanos?

Yo lo que sé es que algunas piezas me causaron casi sin que mediara mi pensamiento verdadero sobrecogimiento, del que hace que sintamos hormigueo en la parte posterior de la cabeza. Si con las piezas de fuegos artificiales dejó al público sin respiración, a mí con las más lentas y melancólicas me conmovió como pocas cosas, en especial con "Dolente immagine" de Bellini, y "L'Esule" y "L'Orpheline du Tyrol" de Rossini. Qué maravilloso "Non ti scordar di me" de Curtis cantó como propina. No lo olvidaré fácilmente.

Bartoli me causó la misma impresión que obtengo de sus vídeos y entrevistas, una persona muy afable. Muy divertida también. Me hizo mucha ilusión escucharle la famosa tarantella napolitana, que es una pieza que me pone de buen humor inmediatamente. No noté ningún problema con los acentos, y sí mucho entusiasmo y energía en su interpretación. Dejo link a Youtube por si hay curiosidad. Y el guiño a nuestra cultura popular cuando cantó "El contrabandista" y jaleó, taconeó y tocó las castañuelas muy competentemente me resultó muy simpático, casi tanto como el extraño intento de acento andaluz.

Hubiera dado lo que fuera por haberla escuchado haciendo Haendel o Mozart, pero fue una velada memorable, y como sé que no será la última vez que vaya a verla en directo, conservo la esperanza.

La escapada a Valladolid de dos días fue al completo tan agradable que anticipo más visitas al Centro Cultural Miguel Delibes en el futuro. Más sobre todo lo demás en otro mensaje... (continuará :P)

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