domingo, abril 26, 2009

Valladolid - Varios y Voom Portraits


Aprovechando la mañanita tranquilita de reposo y reflexión del domingo, aprovecho para poner al día el blog con mis últimos acontecimientos.

Me quedaba contar algo más de la visita a Valladolid. En realidad fueron dos paseítos, uno con mi amigo Alejandro de guía el sábado por la tarde antes del concierto y otro yo vagando a voluntad el domingo por la mañana (sin olvidarme de la Feria del libro antiguo y de ocasión, cómo podía yo perderme una). Me pareció muy bonito, y no excesivamente grande, en resumen, mi tipo de ciudad. Alejandro me llevó a todos los sitios de rigor: la Catedral, la Iglesia de la Antigua, el Palacio Pimentel (donde nació Felipe II, Alejandro me contó la anécdota de que se le sacó por una ventana en vez de por la puerta para que así fuera bautizado en la iglesia de mayor importancia, en vez de aquella en la que le hubiera correspondido), la casa de Zorrilla (que no pude visitar el domingo porque cerraba a las 14 y me levanté tarde después de terminar la sesión postconcierto, agradabilísima, gracias a Alejandro y a Mónica, a eso de las 3 de la mañana) y seguro que se me olvidan unos cuantos sitios. Tendremos que volver para refrescar la memoria.

Fui también a una exposición curiosísima que ha obtenido mucha atención de la crítica, parece ser. "Voom Portraits" de Robert Wilson ha sido dividida en tres salas, cercanas, pero en distintos centros de la ciudad. El sábado justo antes del estupendo recital de la aún más estupenda Bartoli, fuimos a ver una de las partes. Fue rápido, y la verdad es que me quedé más desconcertada que impresionada. Supongo que es porque no me llevo excesivamente bien con el arte moderno. Se trata de una curiosa selección de retratos de artistas/famosillos varios, pero son retratos "vivos" en pantallas planas, grabaciones en las que los retratados se mueven, y hacen cosas, aunque muy lentamente en la mayoría de los casos. Como era de esperar en una obra tan eminentemente postmoderna, se ve la influencia de muchos clásicos, los más reconocibles Rembrandt y Hitchcock (al menos por mí, que tampoco es que sea ninguna experta). De hecho hay mucho de pastiche en todo ello, y es interesantísimo (bueno, es una técnica que a mí personalmente me gusta mucho). Los retratos van acompañados de grabaciones sonoras, a veces música, a veces voces recitando, a veces las dos cosas. Pero la rápida visita, y el impacto (negativo) del extraño retrato de Brad Pitt (en gallumbos blancos de abuelillo y calcetines, bajo la lluvia y apuntando al espectador con una pistola de agua, voto a bríos, rayos y centellas) no me dejó más que la idea de que "definitivamente estas modernidades no son lo mío".

Pero volví a la mañana siguiente y ví algunos, como ese extraño retrato versionando el más conocido de María Estuardo o el de Grace Kelly interpretada por su hija, que realmente me causaron impresión (o el de Robert Downey Jr. siendo objeto de una autopsia, al más puro estilo barroco, espeluznante). Desde luego no es una exposición para dejar a nadie indiferente. Al final me incorporé a una visita guiada y me quedé fascinada por las explicaciones, alguna de lo más exóticas, y eso lo dice alguien que ha hecho y leído crítica literaria y siempre la lleva en un rinconcito del corazón, je je. Al final acabé quedándome un buen rato intentando aclarar mis ideas al respecto. Creo que la conclusión es que me ha gustado, aunque es extraña y no es "lo mío". Pero es rara, muy rara...

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