Yuki da!!

Esta mañana me había vestido y había recogido mis cosas sin siquiera mirar por la terraza, como es costumbre en mí (me excuso porque siempre tengo la cortina corrida para mantener la privacidad, ya se sabe de los bloques de pisos), y si no me llega a avisar mi hermana, me voy a la calle sin paraguas y sin nada (como también me ocurre a menudo, y cuando bajo los cuatro pisos, tiene que ser que este cayendo el diluvio para que yo suba los cuatro otra vez, si eso, canto bajo la lluvia y tal :P). Afortunadamente me avisó y pude al menos coger paraguas y enfundarme calcetines sobre las medias (y confiar en que mis zapatos son antideslizantes como se anunciaba, porque no tengo nada más apropiado).

Y esto es lo que me he encontrado al salir. Todo, todo, cubierto en un manto grueso de nieve. Ahora, a las 14:30, sigue nevando sin parar. Sigue haciendo un frío inhumano, pero ni comparación con lo que había estado haciendo estos días anteriores. Me he resbalado, pero sin consecuencias, unas 4 ó 5 veces, de hecho, cada vez que llegaba a una esquina, cerraba el paraguas para usarlo de bastón. Es que gran parte de mi camino al trabajo es cuesta abajo. Ni me quiero imaginar hacer la cuesta arriba y además cuando la nieve está pisoteada y medio derretida, que ya resbala que ni patinando en aceite.

Mirando hacia fuera de la oficina, me parece precioso, pero me da pánico pensar en cuando salga esta noche (me quedo a comer aquí como ya sabéis). Mañana he quedado con Nadia a comer en el Furama y cotillear tiendecillas. Como sea tengo que llegar, porque me hace mucha ilusión, y porque necesito comer tiras de buey caramelizadas y la espectacular tempura de helado. Además no salgo desde Navidades (ay, qué bien nos lo pasamos los hermanos con Carmen-chan y Nadia, de almuerzo, merienda y cena por Cádiz), y el sábado que viene me toca currar, así que now or never (qué dramática).

He hecho fotitos por el camino para que mis gaditanos favoritos las vean. Como ha sido con el móvil, ésta ha sido la más decente. Yuki da, yukiiii!

[Editado]: Tenía que añadir ésta. Hemos salido el compañero y yo a tomar un café y mirad lo que nos hemos encontrado en la puerta de una peluquería cercana. Los ojos son tapones de botes de champú, los brazos cepillos redondos y la boca una pinza del pelo roja.

[Editado - otra vez]: Otra fotito de la nevada, tomada en Chamartín, en el blog de Nadia.